La toxina botulínica, conocida popularmente como BOTOX, es un medicamento muy seguro, empleado desde hace más de 20 años en muchas especialidades médicas, como neurología, oftalmología y otras.
Su popularización y uso más extendido se debe a la medicina estética, debido a su efecto preventivo, corrector y rehabilitador sobre distintas alteraciones de la piel, (seborrea, antienvejecimiento , etc ) y en especial a su indicación para tratar las arrugas de expresión. Es el medicamento idóneo para hacer desaparecer las arrugas de expresión porque actúa relajando los músculos de la cara, que las producen, indicado especialmente para las “patas de gallo”, frente y entrecejo.
Hay que tener en cuenta que relaja los músculos pero no rellena. No hay que confundir los tratamientos voluminizadores con este tipo de medicamento.
La toxina botulínica es usada en un 75% de los casos por médicos estéticos que poseen la formación específica requerida para su uso.
Se debe emplear un vial por paciente. Así lo dice la ley, por tanto cuidado con las ofertas, es un tratamiento médico y no debe comerciarse con él. Si le hacen ofertas específicas sobre este tratamiento, solicite más información, ya que el precio por vial está marcado por la Agencia Española del Medicamento.
Es importante acudir a revisión en el mismo centro médico y por el mismo profesional cuando este lo indique.
La dosis es muy importante. Como todos los medicamentos , no se deben superar las dosis establecidas, pero tampoco infra-dosificarlas, ya que acortaremos duración y eficacia.